Obra Maestra Musical

Y allí estaba yo… parada frente a la iglesia de Madeleine en París. Era una tarde de invierno en febrero de 2015. Aunque el cielo estaba parcialmente nublado, todavía podía ver algunos rayos de sol entre las nubes. Esa misma luz me inspiró para estar allí y hacer lo que había querido hacer desde que era una niña.

Hacía aproximadamente 7 meses, me había quedado sin trabajo y un mes antes de eso, mi madre había fallecido. Estaba con los esquemas rotos sin un norte claro y aunado a eso, mis exámenes médicos habían arrojado un diagnóstico que ameritaba una biopsia lo que alimentó la angustia que ya tenía por la partida de mi madre. Ese tema quedó resuelto ya que no hubo necesidad de biopsia y hasta el momento que escribo sobre esto, sigo con salud de oro, pero, ante la “potencial” amenaza de muerte (si, porque la mente magnifica todo) entre otras cosas, tomé la decisión de hacer las cosas que siempre había querido hacer y cumplir algunos sueños. Pedí a Dios que si todo estaba bien, haría las cosas que siempre quise hacer.

Amo la música desde pequeña y comencé de muy niña. Me enamoré de la flauta y comencé mis clases a la edad de 12 años, formé parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de mi ciudad y luego de la Orquesta Nacional de la Flauta de Venezuela, mi país natal. Pero dentro de mí, como siempre tuve esta inquietud (o voz dentro de mí): por alguna razón, quería tocar en el metro de París… Si, como lees, el metro de París !!!!!. Cuando me vi «libre» para lograr este objetivo, comencé a preparar todo. Había también resuelto estudiar inglés en otro país y escogí Inglaterra, así que encajaba con poder hacer parada en París para cumplir este sueño. Y me fui a Europa, entrando y saliendo por París, para tener la oportunidad de tener el valor de hacerlo. Y fui a París. Había estado antes, pero no me había atrevido a tocar en el metro… Revisé en Internet y me sorprendió que para tocar en el metro de París tenías que actuar y audicionar. No era algo simple, pero yo todavía quería ser «el flautista del metro», o algo así. Quería al menos sentir el momento de pararme allí… después de pensar tanto, ¡estaba dispuesta a hacerlo!

Mientras estaba en un recorrido en un tour por París a pie, le dije a la guía lo que quería hacer. Ella estaba tan emocionada con la idea, como todos los demás que les había contado y le pregunté cuál sería el lugar más apropiado para tocar en el metro sin correr el riesgo de que tuviera algún problema. Me indicó varias estaciones y me dijo que nadie me iba a decir nada, ¡ni que la policía francesa me iba a arrestar por eso jaja! , lo que me hizo sentir menos nerviosa, pero, finalmente me dijo algo que Todavía tenía y en mi mente y era lo siguiente. Me dijo: “Tú eres un músico, deja que la pasión y los sentimientos te digan dónde hacerlo»… Me conmovió esta frase, sentí algo dentro de mí…

Me despedí de ella, y comencé a caminar hacia la estación de metro más cercana y la vi… «Estación de Madelein» leí, y dije «es aquí»… Es aquí donde voy a tocar.

Estaba con un amigo, y él me miró y dijo: ¿cómo lo sabes? Y dije: porque ese era el nombre de mi madre: Magdalena, que en francés es Madelein. Los sentimientos y la pasión me guiaron… ¡Magdalena, como el nombre de mi madre! ¡Qué mejor lugar para cumplir lo que siempre había querido!!!!. ¡Y lo hice! … Toqué un par de canciones de Venezuela, y la gente pasaba y me miraba siendo que yo aún estaba tímida. Mi amigo estaba grabando con mi teléfono celular y me dijo: si estás haciendo esto, hazlo completo, deberías salir y tocar en la calle… No sé por qué, pero simplemente tomé mis cosas, y escaleras arriba,  fui a la calle, y allí mismo, frente a mí al salir a la superficie, estaba la Iglesia: La Madeleine y me sentí inspirada y realmente tocada, como nunca antes. Antes había estado en esa iglesia, pero no había conectado los puntos hasta ese momento. Sentí el aire parisino entrar en mi flauta y dejar salir melodías venezolanas que hicieron sonreír a los que pasaban. ¡Finalmente superé mi miedo y lo logré!

Desde allí tengo como misión ayudar a personas como tú, que tienen un deseo en su corazón a superar sus miedos y dejarse guiar por tu instinto y utilizar las habilidades naturales que Dios te dio con pasión y sentimiento para alcanzar metas en equipo y en armonía con los demás, como si fuera una hermosa obra maestra musical.

Te pregunto..¿y tú? ¿qué estás dejando de lado queriendo hacer desde hace años y aun no haces?

¡Vamos! ¡Atrévete!.

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